Desde que se casó, Suzume se mudó a vivir a la casa de su suegro. Su marido es una persona amable y gentil que siempre la quiere mucho. Lo único es que su vida amorosa no es buena, su pequeña polla combinada con la eyaculación precoz hace que Suzume no sienta nada. Todavía tiene que masturbarse todo el tiempo para consolar su cuerpo erótico. Su suegro fue testigo y sabía todo. Desde que Suzume se mudó aquí, siempre ha tenido la costumbre de usar ropa reveladora, no usar sostén, no usar pantalones debajo, sus bragas con espalda en T no pueden cubrir su hermoso trasero grande y redondo. Mi suegro siempre ha querido follar ese cuerpazo asesino desde hace mucho tiempo. Cuando vio a Suzume tener que masturbarse, supo que había llegado su oportunidad. Cuando el marido de Suzume se fue a trabajar, su suegro inmediatamente la abrazó, le apretó los pechos y le tocó el coño. Y tal como pensaba, su coño rápidamente se empapó. Al principio Suzume se resistió continuamente, pero gradualmente su cuerpo ya no la obedecía. La hábil técnica de su suegro y su polla gigante también capturaron rápidamente la mente de Suzume. Y a partir de entonces, los dos continuaron follándose cada vez que el marido de Suzume estaba ausente. Pero aun así, su marido lo descubrió accidentalmente. No quería perderla, así que usó la excusa de que su casa actual era un poco pequeña y quería mudarse. Suzume estuvo de acuerdo con la condición de que llevara a su padre con ella. En este punto, supo que ya no podría conservar a su amada esposa...
